sábado, 27 de junio de 2009

PD.

Ya me sacaron al alien... ese ovario mio que produce cosas extrañas... segunda cirugía, las dos veces de urgencia, las dos veces se había reventado... ay mi umbral de dolor...

por lo tanto, tengo un chingo de tiempo pa postear!

PD2: hay noticias que dan gusto, me alegro mucho por ti! lástima que no te lo pueda decir.

Silencio

Cuando somos pequeños aprendemos a hablar, nos enseñan las palabras por repetición, generalmente son las de la misma sílaba repetida las que primero decimos, aprendemos palabras sueltas para nombrar cosas conocidas, poco a poco aprendemos a poner juntas varias palabras y formar frases, los artículos, sustantivos, verbos, conjugaciones, las reglas gramaticales.

Lo que no nos enseñan nunca es el silencio, siempre está ahí, es parte fundamental del lenguaje, del ser humano, de la comunicación y de la música, le da estructura y sentido a todo. El problema es que no sabemos como usarlo o más bien a veces lo usamos a conveniencia, somos un poco sordos al respecto. Todos hemos experimentado la presencia de silencios donde cabía esperar palabras y también, aunque con menos frecuencia, de palabras donde se esperaban silencios.





Cada vez que hablamos o que nos negamos a hacerlo, tiene consecuencias. Cuando el silencio se utiliza de manera irresponsable, sin poner atención puede ser muy hiriente, ya he estado ahí, sumergida en un silencio de aproximadamente 4 ó 5 años, usando palabras solo para aparentar que no-pasaba-nada, para justamente callar todo lo que tenía que decir, pero que era más complicado y dolía más. Con mi silencio herí a personas a mi alrededor, y ahora, el silencio de personas muy cercanas me esta hiriendo a mi. Y entonces uno espera, y espera, que se rompa ese silencio y mientras tanto, uno piensa en que puede estar pasando, y en eso consiste la tortura, pues no se puede pensar ni decir lo que no es. Ya sea voluntario o involuntario lo que expresamos (o no) con el silencio, es un hecho en sí mismo capaz de ser entendido e interpretado por un interlocutor. Esto nos incita a la práctica de la simulación, que consiste en decir algo fingiendo que "se me escapó", es decir, que es involuntario, sin serlo, o nos incita a hacernos irresponsables, porque al fin y al cabo "yo nunca te he dicho eso", entonces, es mejor "guardar silencio" por no querer tomar esa responsabilidad y nos pasamos la vida rellenando ese silencio con conversaciones banales y pendejas.

Preguntarse lo que significa el silencio... será simplemente el hecho de que alguien, en un momento determinado, no diga nada?.

El silencio es el nombre que damos a algo que no aparece, a la no aparición o desaparición. El silencio a veces es una acción. Se dicen tantas cosas no diciendo, o no haciendo....

A veces, el silencio es amenazante. Uno puede llenarse de ruido, para no oír ese silencio, salir siempre con gente diferente, hablar por el celular, escuchar el ipod, inventar personajes para comunicarnos con los demás. Así es más fácil, así no duele tanto.

Cuando estamos con un desconocido, el silencio hace una incomodidad, una sospecha. En el elevador, cuando van más de dos personas, siempre la gente voltea a donde están las luces de los pisos, esperando que esos segundos se acaben, o "rompen" el silencio con pláticas absurdas, - que calor está haciendo, - esperemos que no llueva hoy.

En fin, hoy he decidido, aunque me cueste, que en este caso, es mejor guardar silencio... total, el silencio se guarda, se escucha, se rompe...

sábado, 20 de junio de 2009

Acabó y no.....

... Los hombres deberían saber que del cerebro, y nada más que del cerebro, vienen las alegrías, el placer, la risa y la diversión, las penas, el dolor, el abatimiento y las lamentaciones. Y gracias al cerebro, de manera especial, adquirimos sabiduría y conocimientos, y vemos, oímos y sabemos lo que es repugnante y lo que es bello, lo que es malo y lo que es bueno, lo que es dulce y lo que es insípido... Y gracias a este órgano nos volvemos locos y deliramos, y los miedos y terrores nos asaltan... Debemos soportar todo esto cuando el cerebro no está sano... Y en este sentido soy de la opinión de que esta víscera ejerce en el ser humano el mayor poder.

Hipócrates, Sobre las enfermedades sagradas (460-470 a.c.)


El párrafo anterior esta escrito en la primera hoja de mi tesis, las imágenes de aquí abajo, son parte de los resultados.







Lo pensé hace casi 3 años, resultado de una serie de fantasías pendejas, aunque en REALIDAD, no debieron haber sido taaan pendejas, pues después las ví de cierta manera, plasmada en dos películas.

La fantasía repetitiva, básicamente era la pregunta de cómo sacarse de la cabeza los recuerdos que duelen, después de pesarlo mucho, de una forma trágica, física y sangrante, ví las imágenes que tanto me imaginaba, en Pi... años después y de una manera muy bien lograda en lo que considero uno de los mejores guiones que existen, en Eternal sunshine of the spotless mind.

Poco a poco fui construyendo la idea y la fui llevando a lo que me dedico, mucha gente consideró un poco raro mi protocolo, interesante, pero fuera de mi área... soy curiosa, soy terca y aferrada, ideal para ser investigadora, jaja.

Ahora hay que seguir escribiendo, aún falta completar la muestra, pero tengo esa sonrisita indicadora de "lo hice"... a huevo!

sábado, 13 de junio de 2009

El lunes

Seré una Maes-tra-en-cien-cias.... eso espero ;). Y después de eso... al quirófano, chale!

lunes, 1 de junio de 2009

El colmo

Después de mi exámen ese de 9 hrs en 1 pregunta, si sí, literal... llegué con la cabeza estallándome a mi casa, 7 pm... sin comer, me pedí un sushi y prendí el radio para escuchar una entrevista que le hacían ese día a mi novio. El sushi llegó, la entrevista empezó y de pronto: "toc-toc-toc" la vecina de abajo: "Me dejas pasar? hay una fuga de agua! corrió al pasillo y yo detrás de ella, en las escaleras a no-where que hay en mi pasillo corría una pequeña fuente, que provenía de la lavadora que dejaron puesta, de la casa de arriba... el grito que pegué fue indescriptible, resulta que TODOS-MIS-LIBROS estan acomodados en la escalera a no-where... odio la ropa de marca, no compro maquillaje ni cremas caras, ni bolsas, ni zapatos ni mamadas, en lo único que invierto mi poco dinero es en películas y libros. No hay nada que atesore más, me gusta tenerlos cerca de mi, aunque últimamente tengo un sentimiento de haberles sido "infiel", tengo meses sin terminar alguno, los cambié por artículos del New England Journal of Medicine, del Lancet, del Clinical Oncology, capítulos de libros de Feinstein...

Ni sushi, ni entrevista, solo tratar de rescatarlos... me recordó el día que fui al Fondo de Cultura Económica de la condesa a que me autografiara un libro Carlos Fuentes y llovió de tal manera que un pedazo de techo de desplomó, en pocos minutos era un río la libreria y yo comencé a rescatar los libros de abajo de las estantería, con el agua arriba de los talones, al poco tiempo eramos decenas haciendo lo mismo, pero esa es una historia que deberá ser contada en otro momento.