lunes, 1 de marzo de 2010

Hoy

La frase de mi filósofa favorita:

"Paren al mundo... que me quiero bajar".


Todo cambia, se mueve, y se mueve muy rápido! cambios, terremotos, maremotos, huracanes.

Falto al trabajo ese sábado, me paro un poco tarde, me pongo unos jeans y una playera blanca, me subo al coche. No pensé que hubiera tanto tráfico a esa hora en tlalpan, voy 15 minutos tarde y no avanza... solo espero que no hayas tocado tu, que no seas de los primeros en el recital. En mi vida he ido a uno, es más, en mi vida he escuchado un violín tan cerca. Llego al estacionamiento, corro, pregunto donde es el salón, entro con el menos ruido posible. Está tocando alguien, me siento, la vibración del instrumento se apodera de mi, se me pone la piel "chinita" y no puedo evitar que se me salga una lágrima (de esas que dan pena, como en el cine que no puedes contenerte y no quieres ni quitártela con las manos para que nadie se de cuenta, y solo se desliza por la mejilla). Anuncian el siguiente en el programa y eres tu (mentiría si dijera que recuerdo que tocaste), termina todo y salgo del salón, me saludas y no sabemos bien de que hablar, te digo si quieres aventón a tu casa, aceptas, llegamos, me invitas a pasar, subimos 4 pisos. Vas a tener ensayo con el grupo y yo me despido, tu no me propones quedarme, pero O me dice: "pues quedate si gustas". Sobre la mesa está el libro de Rayuela, eso me insitó a quedarme. Comenzaron a tocar y casi muero de un infarto, tenía ganas de salir corriendo a decirle a cualquier extraño que me encontrara en la calle que acababa de escuchar la cosa más chingona de mi vida, no sabía como explicarlo. Fue difícil, pero decidimos ir a mi casa, teníamos unas cervezas pendientes, hablamos por 2 ó 3 horas, y el tiempo no nos perdonó, tenías que estar en media hora en polanco, te dije que si tu manejabas, te llevaba, sin dudarlo dijiste que sí. Nos fuimos a toda velocidad y te escuché por 2 horas tocar flamenco. Nunca te había escuchado tocar y ese día, conocí todas tus facetas, clásico, el grupo y flamenco. Regresamos a mi casa y seguimos hablando, me dijiste que pedirías un taxi. Seguiste argumentando que sueles ser muy solitario y bla bla bla, me cansé de tanta palabra y te dije: "bueno, ya fuimos muy racionales, no crees?" y me acerqué para besarte.


Quiero hacer una cena para celebrar nuestro primer aniversario, botellita de vino, música... algunas flores y por supuesto bañarme, ponerme cremas (pa la ojera, pa la pierna, para la cara, etc), perfume, alguna ropa interior sexy, secarme el cabello, ponerme un vestido y tacones. Pero cuando se planean las cosas no salen, en vez de eso, el escenario es el siguiente: llevo un par de semanas llevando los pequeños e interminables viajes de mudanza, a horas y días que no son horas para hacerlo... salgo del hospital, veo pacientes en la resonancia magnética de mi protocolo, me desocupo cerca de las 9 pm, y de ahí a correr, llenarme las manos con cosas y bajar escaleras con mi vida guardada en cajas:

Las miniaturas de perfumes que llevan 10 años conmigo y que nunca uso, pero que me encanta coleccionar porque me tengo un gusto especial por las cosas a escala. Los libros que no he tenido tiempo de leer, pero que necesito colocar cerca de mi porque si no no me siento yo. Las blusas que al doblar para guardarlas, me di cuenta que son muy pequeñas y que tiene años que no las uso, pero que pienso que antes se me veían muy bien puestas, me acuerdo de alguna vez que me la puse en la cena de... me detengo, sonrío y pienso que el tiempo no pasa en vano y que no me atrevería en estas épocas a enseñar la panza que ya no es como solía ser. Papeles, papelitos, oficios, folders, constancias (inconstancias también), fotos, plumas, pilas, aretes, ganchos.

Hubo que lavar todo el piso y las paredes, el lugar tiene el aire encerrado, huele a viejo, urge que se quite ese olor. No hay donde sentarse y no hay que comer, no tengo idea donde esten las cremas, ni los vestidos, ni la pimienta, ni hay pasta o aceite. Tu te vas a tocar, como todos los sábados. Invito a un amigo que vive cerca, echar chisme cual viejas (es gay), no tengo un vaso de agua que ofrecerle. Tengo hambre... decidimos pedir pizza. Por supuesto no tengo el número, llamo a dominos, no me dejan pedir la pizza poruqe no tengo un teléfono fijo. Intento conseguir el tel. de pizzas hut. Imposible... tomo las llaves del coche y voy directamente por ella, esperamos más de 40 min, se equivocan y nos dan otras que no pedimos. Les digo que entonces nos lleven las pizzas que si pedimos al domicilio y además nos regalan las que habían estado equivocadas.

Ahora estamos sentados en un huequito de la sala, rodeados de cajas, hay 4 pizzas y una botella de vino. Quiero que llegues, el reloj sigue caminando. Decido llamarte casi a la 1 de la mañana... te digo que las pizzas, el vino y yo te esperamos... te escuchas raro, me dices que no tardarás mucho en llegar, que estas en camino y que cerraron periférico, por lo que tardas tanto. No sabes mentir, yo decido colgar y olvidarme de que tendrás, no quiero entrar en paranoias el primer día que dormiremos juntos en nuestra casa. Pasa casi una hora, sigo tomando vino tinto. En vez de todos los planes que tenía, estoy en pans, sin bañarme, con el cabello revuelto y en pantunflas. Quiero que llegues ya y besarte.


Escucho ruido, no me asomo, sigo hablando con mi amigo y de pronto, suena el cello y el violín, es lux aeterna. Me paro de un brinco y me asomo a la ventana. Bajo corriendo y abro la puerta, me quedo viendo como tocan con cara de dormidos, hay un adorno con una orquidea en el piso. Me dices que canción quiero y contesto: llorona. Mientras la escucho sonrío y se me salen las lágrimas al mismo tiempo. Todavía no nos cae el veinte de lo que estamos a punto de comenzar, una vida juntos.

Yo no tengo ninguna cena, ningún regalo, ni siquiera me he bañado y tengo chapitas por el vino. Pero más adelante algún día cualquiera, sin tener nada que festejar, hice ese tipo de cenas, espontaneo, natural... así somos.

Hoy me despierto, no puedo pararme de la cama, me quedo unos 15 min acurrucada sin moverme. Me paro de un brinco (si no, no lo lograría), me baño y visto en 15 minutos, me veo en el espejo, me pongo un poquito de delineador en los ojos y crema en la cara. Me subo al coche, prendo el radio y escucho las noticias, son las de deportes y entonces le cambio a otra estación, pero no opus, no, no, no, no me permito a mi misma estar ni por un momento tan triste. Entonces suena algo "punchis-punchis", manejo en automático, vuelvo a cambiar al radio, escucho palabras, de pronto alguna frase hace sentido (antes de que vuelva a desconectarme y siga metida en mis pensamientos, mientras manejo), están hablando del terremoto, y del maremoto. De la gente que se acostó a dormir un día y al otro día, sin pensarlo, ya no tenía su sala, sus libros, sus perfumes, la ropa que hace mucho no se pone, sus papeles y papelitos, etc.

Todo sucedió hace dos y un año (respectivamente).

Hoy no puedo ir a ese lugar, te pedí que recogieras lo último de mis cosas que quedan en el suelo, no recuerdo bien que es, creo que son papeles y dos tapetes.

Todo el mundo sigue su día, tan normal... yo misma acabo de ver pacientes, me llamaron para dar un curso y una plática, vi pendientes. Mi cabeza está aquí, pero llevo días buscando donde chingados poner a mi corazón (que esta fraccionado) y no mas no encuentro donde dejarlo para ponerlo en el sol un rato, unos días, unos meses y que se seque, y que deje de bombear sangre, y que deje de latir por ti.

3 comentarios:

Janus dijo...

Racionales... ese es el defecto de muchos, donde me incluyo y tal vez encabezo la lista. Hay veces donde la razón no tiene cabida y hay que permitir que el corazón tome las riendas aunque sepamos de antemano que es pésimo conductor y siempre termina estrellándose para hacerse pedazos.
Deja que sangre, que escurra, que tire todo sólo no permitas que los demás te vean sangrar. Después de un tiempo, puede que años, dejará de hacerlo y estará listo para el siguiente choque.

Kyuuketsuki dijo...

A veces no es necesario bajarse, sólo detener el ritmo un poco. Un poquito, al menos.

Refachadona dijo...

Janus: si permito que el corazón tome la rienda, estaría muy mal... todos los días la razón esta deteniendo al corazón, pa que no siga los impulsos.

Porque no se debe dejar que los demás vean como sangra?

Kyuuketsuki: el ritmo... ese ritmo carays!